martes, 4 de febrero de 2014

Vinos


Aunque mucha gente no esté familiarizada con el tema, o a muchas personas, especialmente mujeres, no les guste el vino tinto, siempre hay qué procurarlo, aunque sea a solas. El vino tiene un toque de distinción, de deseos de grandeza, de sabiduría. Saber degustar un vino implica entrar en un mundo sofisticado.

El vino siempre se acompaña con comidas deliciosas, no del diario, sino especiales. Aunque una comida ordinaria se puede hacer especial en un momento determinado.

Y siempre existe el deseo de armar una buena colección de vinos. Los tintos para encontrar una fuente interna de poder y sensualidad, y los blancos afrutados para quedar bien con una dama.

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